CTM Architecture: WORKSHOP CARTOGRAFIAS INVISIBLES

La cuidad es un espacio donde el habitante más antiguo no ha terminado de conocerla. Los espacio que forman parte de nuestro vivir cotidiano y de algunas de las experiencias que tenemos al perdernos o al recorrer en un tour turístico no indica el conocimiento absoluto de la cuidad. Esta cuidad está marcada por retratos, historias, cuentos, experiencias, arquitectura, vidas, trabajos, etc. Donde nunca vamos a poder conocerla en una infinidad por qué no podemos estar en los ojos de cada uno de los habitantes al mismo tiempo.
Con este taller y el trabajo de campo se busco con otra mirada recorrer y aprender la cuidad de Bogotá, compartiendo cada uno de los sucesos que puede solo generar un día y una noche en el centro bogotano. El ojo humano y la tecnología actual (cámaras) son el único registro superficial pero profundo a comparación del resto de habitantes que nos lleva a conclusiones y a conocimientos desconocidos de una cuidad mutable día y noche como es Bogotá.

TRABAJO DE CAMPO

En la investigación de cuidad erótica y en la zona de estudio de nuestro taller, se resaltan algunos personajes que dan el carácter al sector. En la Zona de Tolerancia de Bogotá se encuentran varios actores como las mujeres, los niños, los "pins", los clientes, trabajadores sexuales, etc.

Al analizar y al entrevistar varios de estos personajes, uno de los principales actores que genera el contacto con el exterior de la cuidad es el Tarjetero. Su labor es informar, dar a conocer y trasmitir los servicios que ofrece la localidad de los Mártires.

Al seguir a uno de estos personajes nos encontramos con una variedad de actividades que conectan a la cuidad, hablado anteriormente.

Para empezar, su labor empieza en un punto de la cuidad, donde con sus tarjetas y contacto directo con los peatones dan la información acerca de los lugares y espacios eróticos encontrados en la zona de tolerancia. Estos personajes son algunas veces interrogados por los interesados y son contactados directamente con los lugares.

El día de estos repartidores de tarjetas son casi 7 horas en una esquina de la cuidad, pero si algunos de los clientes o interesados desea ir al lugar o contactar alguna/o trabajador/a sexual, se trasladan al lugar y reciben una comisión por ello.

Este trabajo, es uno de los más importantes que se genera en el erotismo que va y viene en la cuidad de Bogotá. Por su contacto directo con los lugares y con su conexión el exterior de la cuidad, este personaje es parte fundamental para la cadena que genera el trabajo erótico de Bogotá.